Un día templado como el de hoy Hernán, José y Manuel deciden ir a cazar, mientras la mamá hace con la abuela un delicioso pastel para cuando regresen.
En su día de caza no les iba muy bien, pero de pronto Manuel ve a un oso con su cría, Manuel llama a José para que aprenda de su accionar. Manuel corría con su lanza al resistente oso quien inteligentemente ocultó a su cría en un lugar seguro, de repente el oso y Manuel se caen por un abismo y mueren, para cuando José y Hernán llegaron, no se podía hacer nada, mas que llorar. Cuando llegaron le dieron las malas noticias a Margaret y a la abuela, desde ese día José juró matar y odiar a los osos, él decía que los osos no sentían, no pensaban y no tenían sentimientos, su abuela trató de explicarle, pero no quiso escucharla. Así que 5 días después de mucho entrenamiento fue a cazar solo y fue ahí donde se convirtió en oso. Muy asombrado y un poco enojado siguió caminando, sin rumbo, sin saber que sería de su vida ahora como oso. En su camino se encontró con una cría de oso, caminaron juntos y se fueron conociendo. La cría le contó como su madre había muerto en el abismo con su hermano. Se da cuenta que no fue la culpa de ese oso por la que su hermano murió y también que los osos tienen sentimientos, piensan y sienten. Y así, es como vuelve a su forma original, y desde ese entonces se convierte en el mejor amigo y protector de los osos.
Giancarla
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