Había una vez un chico llamado Mario que vivía en un bosque muy lejano a la ciudad. El era muy miedoso, gordito, feo y solitario. Todos lo cargaban por sus cualidades.
El bosque era muy oscuro y tenebroso, por eso ningún chico salía después de las 8:00 pm. A Mario lo cargaban porque salía hasta las 5:00 pm, y en ese tiempo que salía estaba solo.
Un día Luciano, que era su pero enemigo lo ve estaba solo y se acerca, se hace el interesado por lo que le pasaba a Mario, pero sólo lo cargó. Mario siempre rezaba y pedía deseos para que todas las personas que lo cargaban ya no lo hicieran y él pode ser más fuerte que ellos. Un día estaba en la puerta de su hogar y vio que todos los chicos entraban a su casa muy temprano, antes de las 8:00 pm. Cuando entró a su casa se convirtió en su brujo malo como los otros chicos, pero ese no había sido su deseo. El no quería ser malo. Ahora todo el tiempo estaba molestando a los demás y ninguna persona lo quería, ni sus familiares. Mario decía que de algún modo tenía que deshacer ese deseo porque si seguía así, nunca más en su vida iba a volver a tener trato con las personas. Pensó y pensó, pero no se le ocurrió nada. Después de un tiempo tuvo una idea. Podía hacer un trato con todos los chicos. Ellos ya no lo iban a cargar y él borraría ese hechizo, claro, si ahora podía hacer magia. Se deshizo del hechizo y después de ese momento él no tuvo mas miedo y todos lo respetaron como el respetó a los demás. Y así terminó la historia de Mario.
El bosque era muy oscuro y tenebroso, por eso ningún chico salía después de las 8:00 pm. A Mario lo cargaban porque salía hasta las 5:00 pm, y en ese tiempo que salía estaba solo.
Un día Luciano, que era su pero enemigo lo ve estaba solo y se acerca, se hace el interesado por lo que le pasaba a Mario, pero sólo lo cargó. Mario siempre rezaba y pedía deseos para que todas las personas que lo cargaban ya no lo hicieran y él pode ser más fuerte que ellos. Un día estaba en la puerta de su hogar y vio que todos los chicos entraban a su casa muy temprano, antes de las 8:00 pm. Cuando entró a su casa se convirtió en su brujo malo como los otros chicos, pero ese no había sido su deseo. El no quería ser malo. Ahora todo el tiempo estaba molestando a los demás y ninguna persona lo quería, ni sus familiares. Mario decía que de algún modo tenía que deshacer ese deseo porque si seguía así, nunca más en su vida iba a volver a tener trato con las personas. Pensó y pensó, pero no se le ocurrió nada. Después de un tiempo tuvo una idea. Podía hacer un trato con todos los chicos. Ellos ya no lo iban a cargar y él borraría ese hechizo, claro, si ahora podía hacer magia. Se deshizo del hechizo y después de ese momento él no tuvo mas miedo y todos lo respetaron como el respetó a los demás. Y así terminó la historia de Mario.
Camila
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